Con el otoño empieza el tiempo de las cremas y sopas, la primera que traigo es una clásica crema de calabaza, pero en esta versión no hace falta ni pelarla ni picarla, sólo hay que cortarla por la mitad, meterla al horno y poco más. Además es una buena manera de aprovechar una calabaza grande, yo la aso y después hago varias recetas con ella: crema de calabaza, salsa de calabaza picante, hamburguesas... Iré subiendo algunas al blog.
Vamos con la receta.
Esta proporción de ingredientes es la que yo uso, pero igual te gusta la crema menos espesa, así que puedes ir añadiendo poco a poco el caldo y conseguir la textura que prefieras. El tofu no se lo añado siempre, pero si te gusta que la crema esté cremosita, pónselo (debe estar escurrido y prensado para quitarle toda el agua), le da un toque parecido a la nata.
Pasa parecido con el tiempo de horneado, si te gusta más dulce o la calabaza está un poco verde hornéala más tiempo. Si te gusta más ácida utiliza un cebolla más grande.
Puedes servir la crema con frutos secos picados, a mí me gusta con pistachos, pero puedes usar los que más te apetezcan. También puedes añadir trocitos de tofu salteados.
Viva la calabaza!!
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